Coquetas, sintéticas y plásticas, las cápsulas de Starbucks se proponen conquistar el mundo: después de su rápido éxito en los Estados Unidos, ahora se lanzan en Europa y pronto llegarían a Latinoamérica y Asia. Está claro que el objetivo es arrebatar parte del mercado de Nespresso, que según el diario Financial Times aumentó sus beneficios un 20 por ciento desde el año 2010: facturó 3.000 millones de euros en el 2011. Las cápsulas de Starbucks se presentan en las variedades típicas de la cadena (Breakfast Blend, French Roast, Pike Place, etc.) y funciona con cafeteras propias. Las K-Cup, así se llaman las cápsulas de Starbucks, fueron un éxito en EE.UU, donde en sólo dos meses vendieron 100 millones de paquetes.
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