La campaña contra la cafeína tiene su última escala en Melbourne, Australia. La ciudad es un paraíso del café pero ahora provoca la furia de los fanáticos al presentar Rainbow Coffee, un café con leche sin café ni leche. Se trata de una infusión realizada con cúrcuma, brotes de remolacha y matcha, una planta de té verde, que reemplaza los ingredientes tradicionales del café con leche. Se llama Rainbow porque los tonos estridentes de sus elementos permiten realizar dibujos de arte latte que trascienden el colorcito beige de los tradicionales. Creado por la cafetería Too Many Chiefs, pone el azul, el verde y el rojo en la taza y se jacta de cargar la bebida con vitamina C, un aliado eficaz en la lucha contra el resfrío o la gripe.
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