Una tacita para los cafecistas

“Todos los ciclistas que conozco también son locos por el café”: ésta es la descripción del yanqui Mike Spriggs, un emprendedor que tuvo la ideota: abrir una cafetería para fanáticos de la bicicleta. El bar se llama Rapha Cycle Club, queda en Nueva York y aporta amenidades para aquellos que viajan en dos ruedas: pantallas donde se exhiben las competencias de la disciplina, como el Tour de France; estacionamiento gratuito para las bicis (¡bajo techo!); y espressos bien tirados de la marca Third Rail Coffee. El Rapha Club parece estar inspirado en los cycle cafés de Londres, ya clásicos modernos en la capital británica y aptos para ciclistas que quieren hacer una pausa en el trip y degustar una tacita. En la siempre actualizada Nueva York, adaptaron la idea y la transformaron en una práctica cafetería de la zona del Bowery, casi una bicicletería donde se vende de todo… menos bicicletas: guantes, gorrras, camperas, libros temáticos. Y café. Los que probaron, dicen que el Third Rail Coffee es muy digno y, con un menú completo, ofrece la degustación en el lugar o el vasote para llevar on-the-go, siempre en dudoso equilibrio sobre el manubrio.