1. The Way Down, de Marina Zenovich.
Otra miniserie sobre un culto delirante: esta vez, una seudo religión cristiana basada en el credo de la pérdida de peso y la conducción de la fallecida Gwen Shamblin, una lideresa carismática… y delgada. Está en HBO Max.
2. Heartbreak Blvd., de Akini Jing.
Un épocas de feliz diversidad, una rareza comebochos: la artista china que se autopercibe cíborg. Sus canciones pop celebran la soledad de la época y en su último disco asegura haber “actualizado el firmware”.
3. Serenata cafiola, de Pedro Lemebel.
Sigue reapareciendo la obra del maestro chileno, ahora con una selección de crónicas donde evidencia sus consumos culturales, desde Violeta Parra hasta Charly García, siempre con la vocación de ser él mismo un artista.