Se llama Geisha pero no es japonesa: es panameña y es una de las mejores variedades del mundo. El documental Geisha, una historia de altura se estrenó esta semana en YouTube y permite dar un vistazo a la caficultura. Desde la planta hasta la taza, es un viaje fascinante: hace veinte años, Panamá casi no existía en el universo cafeteril y hoy es una pequeña potencia. Diferentes variedades de café llegaron desde Etiopía hacia América, a través de un programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las semillas se sembraron primero en Costa Rica y luego se distribuyeron por toda Centroamérica; entre ellas el café geisha, cuyas primeras plantas se introdujeron en Panamá en la década del 60. Hoy, este café de especialidad se cultiva en la región de Chiriquí y ganó premios en competencias y subastas internacionales, como The Best of Panama, alcanzando récord de ventas de 803 dólares la libra, debido a su calidad, sabor y aroma.

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.