La primera vez que la vimos iba de uniforme, cruzando una puerta enrejada y llevaba un manojo de llaves: no era guardiacárcel sino enfermera, pero custodiaba las habitaciones del hospicio como si fueran las celdas de una prisión. “Es una bruja”, se decía por lo bajo. Si el objetivo de un paciente díscolo era sacarla de quicio, ella tenía el poder de su lado: la enfermera Mildred Ratched es la antagonista de la película Atrapado sin salida, la gran parábola de la cultura popular sobre la violencia institucional. Y ahora es la protagonista de Ratched, la nueva serie de Ryan Murphy que Netflix estrenó esta semana y que disecciona la historia clínica de la enfermera antes de convertirse en lo que fue: uno de los personajes más terribles de la villanía cinematográfica.
Una enfermera cruel y su historia clínica: la serie “Ratched” bucea en el pasado de una de las villanas más célebres del cine.
El American Film Institute la eligió como la segunda villana más grande de la historia del cine, solo detrás de la Bruja Mala del Oeste de El mago de Oz. Con el gesto impasible de la actriz Louise Fletcher, que ganó un Oscar por este papel, la enfermera Ratched representa la deshumanización y el maquinismo: no en vano la llaman Big Nurse, una versión anti-hospitalaria del Big Brother que vigila y castiga como una madre represora. “La enfermera Ratched, tan inflexible, tan inalcanzable, tan segura de estar en lo cierto, se inviste de una poderosa autoridad maternal”, escribió el célebre crítico Roger Ebert: “Es un personaje despreciable que encarna esos atributos que todos, hombres y mujeres, tememos en ciertas figuras femeninas de autoridad: alguien que ha reprimido tanto su sexualidad como su humanidad en favor del sentido del deber”. Como antes en Hannibal, que buceó en el pasado sibarita de Hannibal Lecter, o en Bates Motel, que exhumó los inicios psicóticos de Norman Bates, la serie Ratched recrea para la televisión un gran personaje del cine y va hasta los inicios en el Ejército de la enfermera que siempre viste de toca blanca y capa negra, una vampiresa célibe o una chupasangre draculiana: ahora interpretada por Sarah Paulson, impone su superioridad moral cuando dice “salvá una vida y serás un héroe, salvá cien vidas y serás una enfermera”.
¿Quién necesita un chaleco de fuerza? Para la cruel Ratched, el tratamiento de la enfermedad mental aumenta en sadismo en tanto los pacientes se sigan rebelando: terapia, pastillas, inyecciones, electroshock, lobotomía. ¡Mamita querida! Habilísima en el manejo de la culpa ajena y experta en tratar a los hombres como niños, domina a los enfermos babeantes que duermen en su pabellón. Ella sabe: que les digan que están locos es lo que más los enloquece.