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Un libro revelador sobre el mansplaining

Una noche cualquiera, la escritora Rebecca Solnit fue a una fiesta de ricachones. El dueño de casa, “un hombre físicamente imponente que había amasado mucho dinero”, se le acercó diciendo que sabía que ella había escrito algunos libros y ella contestó que sí, que el último era uno sobre el fotógrafo Eadweard Muybridge pero no pudo seguir porque él la interrumpió: “¿Oíste hablar acerca de ese libro muy importante sobre Muybridge que salió este año?”. Él no lo había leído pero aun así se puso a dar cátedra, con esa mirada arrogante de los hombres ricos cuando pontifican, sin saber que… ella era la autora. Simplemente no le entraba en la cabeza que ese libro muy importante pudiera haber sido escrito por esa mujer. Con esta anécdota seminal empieza Los hombres me explican cosas, el revelador ensayo de Solnit que acaba de salir traducido acá y que disecciona algo intolerable: las distintas formas de silenciamiento del género femenino.

“Los hombres me explican cosas”, de Rebecca Solnit acaba de salir traducido al español en la Argentina.

“Los hombres me explican cosas, a mí y a otras mujeres, independientemente de que sepan o no de qué están hablando”, escribe Solnit, una ensayista y militante nacida en California. Si es cierto que los hombres somos criados para tener una confianza total en nuestro género, y que esa confianza a veces produce idiotas arrogantes, este libro popularizó uno de los términos de la época: mansplaining. Nacido de la contracción entre el sustantivo man (hombre) y el verbo to explain (explicar), es un neologismo que describe la situación de las mujeres, eternamente sujetas al paternalismo de hombres que les hablan como si fueran niñas. Según el Diccionario Oxford, “dícese de la actitud de un hombre que explica algo a alguien, normalmente a una mujer, de un modo condescendiente o paternalista”. El diario The New York Times eligió mansplaining como una de las palabras del año 2010 y, aunque la American Dialect Society la consagró como el término más creativo del mundo, su influencia no se limita al idioma inglés (porque nadie dice machoexplicación): en criollo, este tipo de chácharas suelen empezar con un arrogante “a ver…” y terminar con un hastiado “¿entendés lo que te digo?”. 

Es hora: que se termine el oscurantismo masculino. “Ningún hombre se ha disculpado nunca por explicarme erróneamente cosas que yo sabía y ellos no”, dice Solnit y es probable que aquel ricachón nunca haya notado que su actitud definió una época donde las mujeres ya no se callan: “Decirle a alguien, categóricamente, que él sabe de lo que está hablando y ella no, aunque sea durante una pequeña parte de la conversación, perpetúa la fealdad de este mundo y retiene su luz”.

Publicado en La Nación

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.