El ilustrador brasileño Dirceu Veiga empezó su carrera en 1994 haciendo folletos para enseñanza, hasta que pasó a formar parte del mundo del dibujo en libros para niños, CDs e incluso iconos para Apple. Hasta que se obsesionó con el café. Como el argentino Omar Panosetti (que ilustró a este sommelier mientras degustaba un espresso), Dirceu hizo su primer trabajo cafetero en el 2007, tras pasar varias horas en los cafés, probando mezclas y diferentes tostados del grano hasta obtener el resultado que buscaba. Desde entonces, se dedicó a perfeccionar su técnica y a recorrer el Brasil, a veces invitado y otras a la gorra: ¿qué fanático no querría tener su propio retrato pintado con café?
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Una pinturita para el fanático del café
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