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Fuiste mía un verano, solamente un verano

“Este año el verano cayó un jueves”: la broma ironiza sobre la brevedad del estío escandinavo. En las remotas islas del golfo finlandés, el verano dura lo que dura un día. ¿Cómo lograr que ese verano sea eterno? Una niña de 6 años llamada Sophia, que como toda niña que reciba ese nombre está destinada a la sabiduría, y su abuela de 85, una mujer práctica algo malhumorada, pasan juntas unas vacaciones que serán inolvidables en El libro del verano, la novela de iniciación recién publicada acá: con una abrumadora presencia de la naturaleza, es el único libro traducido al español de Tove Jansson, la autora finlandesa más leída en el mundo, y a pesar de que fue escrito en 1972, explora un tema muy actual: la abuelidad como época virtuosa.

 

“El libro del verano”, el maravilloso relato de unas vacaciones de una abuela con su nieta en los fiordos de Finlandia.

 

Fallecida a los 86 años en 2001, Jansson no tuvo nietos propios pero sí millones de nietos ajenos: fue la gran abuela de Finlandia. Ella creó las historietas de los Mumin, unos muñecotes inspirados en los trolls nórdicos que tuvieron sus dibujos animados, películas, merchandising y parques temáticos y que se tradujeron a más de cincuenta idiomas. Pero aunque llegó a ser la Walt Disney escandinava, eligió el ostracismo en una isla minúscula junto con su pareja, la artista Tuulikki Pietilä. “En un libro infantil, siempre debe quedar algo no aclarado, algo sin ilustración”, dijo al recibir el premio Hans Christian Andersen, el Nobel de la literatura para chicos. En un libro adulto, lo no dicho funciona como una elipsis sugerente: El libro del verano abunda de parábolas implícitas en las enseñanzas de una abuela de pocas palabras y muchas acciones. Durante veintidós capítulos que empiezan con los primeros calores de la primavera tardía y terminan con el anuncio ominoso del otoño, la mayor instruye a la menor sobre el equilibrio delicado entre supervivencia y extinción: cómo protegerse de una tormenta, cuidarse de los animales que no se dejan ver o curarse un miedo insidioso. 

 

Un verano puede durar un trimestre o un día y aun así ser eterno: con ese don que solo algunas personas poseen, que es el de conservar la mirada infantil hasta bien entrados los años, Jansson creó una de las abuelas más entrañables de la literatura. Tan universal que no tiene nombre, posee la sabiduría intuitiva de las que vivieron muchos años, y esos años no fueron en vano. En los extremos de la existencia, la nieta y la abuela se maravillan por las cosas simples de la vida, aquellas que se expresan en las preguntas más difíciles de responder: “¿Por qué solo los muy jóvenes o los muy viejos tienen tiempo de preguntarse cómo es el cielo?”.

 

Publicado en La Nación

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.