Joe: el buen café, cosa de todos los días

En la prehistoria cafeteril norteamericana, el yanqui promedio empezó a llamar con el familiar nombre de “Joe” al líquido oscuro que tomaba todos los días: se sabe, puro jugo de paraguas. Por eso parece una ironía que elija nombrarse igual una de las cafeterías más exquisitas de Manhattan, puro berretín gourmet. En Joe (405 West 23rd. street, Chelsea), el latte se decora con la amorosa dedicatoria de un corazón lácteo y, para el fanático del espresso, todos los días se muelen y preparan variedades únicas. Hoy en cartelera: Brazil Rainha, “con notas de miel y durazno con un final acaramelado” y el notable Kenia Peaberry, que la descripción anuncia con “notas de higos confitados, cálidas y picantes”, para después celebrar: “Una taza extraordinaria“. En las góndolas, los paquetes de Bolivia Illimani, Colombia Piendamo o México Santiago Atitlán expanden el planisferio y, al menos en esta cuadra de Chelsea, convierten los mejores cafés del mundo en cosa de todos los días.